Mejorar la higiene, eliminar malos hábitos orales, evitar caries y enfermedad periodontal, disminuir problemas de la Articulación Temporomandibular, mejorar la sonrisa y la estética facial, por ende la autoestima, confianza y favorece el desarrollo de la personalidad.

La Asociación Americana de Ortodoncia establece que lo ideal es que se reciba una primera evaluación entre los 6 y 7 años de edad, ya que a esa edad salen los primeros molares definitivos y comienza el cambio dentario de incisivos superiores e inferiores. 

El crecimiento óseo es importante, por lo tanto el ortodoncista puede descubrir problemas referentes al crecimiento de los huesos maxilares y a los dientes en erupción. 

Se ha determinado que el 23%-30% de las anomalías que se presentan en niños de 12 meses a 9 años son interceptables, es decir, se pueden detener antes de que se agraven. Desde esta perspectiva un tratamiento precoz en etapa escolar es de vital importancia en ortodoncia para evitar alteraciones en estética facial y en la funcionalidad de la boca en una etapa adulta. ​

Si, puede resolver alteraciones simples a más complejos. Muchas personas que antes tuvieron brackets eligen esta técnica como una solución discreta y más “cómoda” para mejorar su sonrisa cuando descubren que sus dientes se han vuelto a desalinear.